Ezeiza: obreras y obreros de Cresta Roja llevan horas de piquete

LOCK OUT PATRONAL 
 Ezeiza: obreras y obreros de Cresta Roja llevan horas de piquete 
 A las 5 de la mañana las plantas de El Jagüel y Tristán Suárez que tiene Cresta Roja se encontraron con las puertas cerradas. Frente a la incertidumbre sobre sus puestos de trabajo, cortan desde las 9 el peaje en el aeropuerto de Ezeiza.

 Desde las 9 de la mañana se produce en el peaje de acceso al aeropuerto internacional de Ezeiza un corte que los obreros de Cresta Roja y el conjunto de los trabajadores de la Alimentación de la zona sur del Gran Buenos Aires consideran histórico. Sin delegados y sin el menor apoyo del sindicato, enfrentan a la patronal y al Municipio controlado por Alejandro Granados.
 Desde las 5 de la mañana la empresa Rasic Hermanos, propietaria la empresa Cresta Roja que produce pollos, realiza un lock out en dos de sus plantas ubicadas en El Jagüel y Tristán Suárez, el sur del Gran Buenos Aires.
 Esta mañana los trabajadores de Cresta Roja encontraron los portones de su fábrica cerrados sin recibir ningún tipo de información de parte de la empresa. Más tarde se dirigieron hacia la zona del aeropuerto de Ezeiza y pasadas las 9 de la mañana decidieron cortar el peaje de acceso al aeropuerto internacional.
 Tras semanas de tensión por la deuda del pago de la quincena, que la patronal se había comprometido a abonar en cuotas con plazo límite hasta el día miércoles 10, la empresa tomó la sorpresiva medida de cerrar sus plantas.
 Los trabajadores de Cresta Roja se apostaron desde temprano en los portones de las plantas 1 y 2 de Tristán Suarez y El Jaguel, respectivamente. Y después resolvieron dirigirse a la ruta de acceso al aeropuerto internacional para rechazar el cierre impuesto de forma sorpresiva por la empresa. Vale recordar que entre ambas plantas llegaría a estar comprometido el sustento de 3600 familias.
 Y vale también decir que este conflicto no es primero que se produce en esta empresa. Hace un año que la patronal viene extorsionando al personal con la idea de que cerraría sus puertas y se iría, acabando con 3600 puestos de trabajo. Así presiona y hasta se anima a plantear el pago de salarios en cuotas. La indignación frente a esas provocaciones llevó a la mayoría de los trabajadores a resistir y movilizarse. Siempre dejados a su suerte por el sindicato. Hoy subieron a la ruta para hacerse oír.
 Con esta medida exigen que se reabran las puertas de las fábricas y que se paguen las quincenas adeudadas.
 Se estima que a la tarde se sume un buen número de compañeras y compañeros, los que justamente se encontrarán con las puertas cerradas de la fábrica cuando lleguen a cumplir con su turno.

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