Obispos cordobeses hacen llegar su oración y solidaridad a las familias afectadas por el temporal

Obispos cordobeses hacen llegar su oración y solidaridad a las familias afectadas por el temporal 
Jueves 26 Feb 2015 | 11:38 am 
Córdoba (AICA): Los obispos de Córdoba hicieron llegar hoy su oración, afecto y solidaridad a las familias afectadas por el temporal que azota el territorio provincial y ya provocó al menos ocho víctimas mortales. “Las inclemencias del tiempo han golpeado fuertemente algunas localidades de nuestra provincia. Hay familias que lloran la pérdida irreparable de sus seres queridos. Se cuentan también cuantiosas pérdidas de bienes materiales”, advirtieron en un mensaje dado a conocer tras estar reunidos en Villa Cura Brochero. Destacan las tareas solidarias de los voluntarios de Cáritas, otras organizaciones y las autoridades. 

 Los obispos de Córdoba hicieron llegar hoy su oración, afecto y solidaridad a las familias afectadas por el temporal que azota el territorio provincial y ya provocó al menos ocho víctimas mortales.
 “Las inclemencias del tiempo han golpeado fuertemente algunas localidades de nuestra provincia. Hay familias que lloran la pérdida irreparable de sus seres queridos. Se cuentan también cuantiosas pérdidas de bienes materiales”, advirtieron en un mensaje dado a conocer tras estar reunidos en Villa Cura Brochero.
 Asimismo, destacaron que tanto los voluntarios de Cáritas como las autoridades públicas y otras organizaciones solidarias hayan salido “al paso de las urgentes necesidades de personas y comunidades enteras que se han visto afectadas por las recientes lluvias”.
 Los prelados también animaron a seguir trabajando para que “tanto en Córdoba como en el resto de la Argentina crezca la cultura del encuentro, del diálogo y la reconciliación”
 El mensaje lleva las firmas del arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez y los obispos Adolfo Uriona, de Villa de la Concepción del Río Cuarto; Santiago Olivera, de Cruz del Eje; Sergio Buenanueva, de San Francisco; Gustavo Zurbriggen, de Deán Funes; Samuel Jofré, de Villa María y Pedro Torres, auxiliar de Córdoba.
 Mensaje de los obispos 
 “Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo” Cantar de los Cantares 8,7
 Las inclemencias del tiempo han golpeado fuertemente algunas localidades de nuestra provincia. Hay familias que lloran la pérdida irreparable de sus seres queridos. Se cuentan también cuantiosas pérdidas de bienes materiales. A cada familia y persona les hacemos llegar nuestra oración, afecto y solidaridad. También a quienes han salido al paso de las necesidades de sus semejantes.
 Como cada año, los obispos de Córdoba nos hemos reunido en Villa Cura Brochero para compartir el camino pastoral de nuestras diócesis. Inspirados por la figura evangélica del Beato Padre José Gabriel hemos escuchado la Palabra de Dios, celebrado la Eucaristía, orado y compartido como hermanos.
 También escuchamos a distintas áreas pastorales de nuestra vida eclesial: jóvenes, educación, catequistas, misiones. No hemos dejado de mirar con esperanza la situación actual de nuestro país.
 De manera especial, quisiéramos destacar el encuentro con las Cáritas de cada diócesis. Repasamos la respuesta dada a las situaciones de emergencias vividas en la Sierras Chicas y, en estos momentos, en distintas localidades del este de la provincia.
 Hemos podido comprobar que, tanto los voluntarios de Cáritas, las autoridades públicas y otras organizaciones solidarias han salido al paso de las urgentes necesidades de personas y comunidades enteras que se han visto afectadas por las recientes lluvias.
 Los gestos de solidaridad y de servicio nos muestran que en el corazón de nuestro pueblo siguen todavía intactas las energías espirituales y morales que toda sociedad necesita para mirar con esperanza su futuro. El amor hecho solidaridad ha sido realmente más fuerte.
 Nos animan a seguir trabajando para que, tanto en Córdoba como en el resto de Argentina, crezca la cultura del encuentro, del diálogo y de la reconciliación.
 Los argentinos necesitamos cuidarnos más, tratarnos con mayor respeto y aprender a sanar nuestras heridas.
 Que la Virgen María y el beato Cura Brochero nos sigan acompañando en este camino.+